El parque de atracciones de la película ‘Wonka’ es tal pesadilla que cierra en día y medio

Hay tanto por decir que uno no sabe ni por dónde empezar. Imagínate que vives en Glasgow (Escocia) y tu ciudad se empapela de anuncios sobre “una experiencia inmersiva” basada en la película ‘Wonka’, la reciente adaptación de ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ con Timothée Chalamet a la cabeza. La publicidad ha sido claramente generada por una IA y no parece contar con la licencia oficial, pero haces la vista gorda. Tampoco te fijas en las faltas de ortografía de sus carteles (que podéis ver a continuación) y terminas animándote a visitar lo que parece un parque temático más.

Al llegar empieza la pesadilla. Te dicen que las entradas cuestan 40 euros y después de rascarte el bolsillo y tragar, descubres que acabas de entrar a un almacén desangelado donde no hay ni una sola onza de chocolate. Al entrar te dan una gominola y un vaso de limonada y es todo cuanto encontrarás en semejante edén de los dulces.

Al llegar empieza la pesadilla. Te dicen que las entradas cuestan 40 euros y después de rascarte el bolsillo y tragar, descubres que acabas de entrar a un almacén desangelado donde no hay ni una sola onza de chocolate. Al entrar te dan una gominola y un vaso de limonada y es todo cuanto encontrarás en semejante edén de los dulces.

Para redondear la experiencia resulta que hay unos cuantos actores disfrazados de oompa loompa (aunque no cantan y bailan, sino que se muestran apáticos y tristes, como si ni siquiera cobraran por estar allí). Eso en el mejor de los casos, otros van de algo llamado “El Desconocido”, un villano inventado “que hace chocolate y vive en las paredes”. Su actuación habla por sí sola.

Tal y como ha desvelado ya en redes uno de los actores tras esta maravilla, todo pintaba raro desde el principio. Paul Connell (Wonka en la experiencia) asegura que le dieron el papel un jueves y le pidieron estar listo el viernes. El guion que le ofrecieron era en realidad un monólogo de 15 páginas generadas por inteligencia artificial y sin pies ni cabeza.

“Cuando llegamos al sitio descubrimos que era un almacén sucio al que había que echarle mucha imaginación. La gente esperaba ver a Timothée Chalamet y se encontró a Timothe Chalaton. Es improbable que cobre ninguno de los actores allí presentes”, cuenta Connell en su cuenta de TikTok. “Al final teníamos que improvisar para tratar de salvar la experiencia a los más pequeños”.

Si has tenido suerte y has acudido a la experiencia sólo, lo más probable es que te enfades, pidas la devolución de tu entrada y te vayas. Pero si has acudido con tu familia y tus niñas pequeñas han roto a llorar por lo desagradable y decepcionante de la visita, lo más probable es que la cosa se vaya de madre. Y eso es precisamente lo que pasó el pasado fin de semana.

Informa BBC Scotland News que la policía tuvo que personarse en el lugar tras las repetidas quejas y llamadas de los asistentes, quienes forzaron a la organizadora, House of Illuminati, a tener que cancelar el evento al cabo de una jornada y media, pero después de vender miles de entradas a que si bien han prometido devolver, nadie sabe cómo ni cuándo se hará, si es que al final se hace.

A pesar de las miles de reclamaciones de los asistentes, el Consejo de la ciudad de Glasgow ha invitado a todos los afectados a reclamar primero a la organizadora del evento y, si los problemas persisten, a denunciar a consumo lo sucedido, sin ofrecer mucha más ayuda a quienes al final del día se agolpaban a las puertas del recinto.

Por su parte, desde House of Illuminati han publicado un breve mensaje de disculpa en sus redes sociales lamentando un día “tan estresante y frustrante” para todos explicando también que “en el último minuto se nos cayeron varios aspectos del evento que tratamos de salvar con nuestra mejor intención aunque probablemente deberíamos haberlo pospuesto y cancelado todo”.

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