Descubren la mayor explosión cósmica que se ha visto jamás

Un equipo de científicos de la Universidad de Southampton ha publicado un estudio sobre el hallazgo de la mayor explosión cósmica que se ha detectado jamás. Es extremadamente brillante y ha estado activa durante tres años, por lo que se le supone la liberación de una gran cantidad de energía.

La explosión cósmica ha sido bautizada como AT2021lwx y de momento es de origen desconocido, aunque hay algunas teorías en las que, por supuesto, no puede faltar un agujero negro.

Concretamente, se cree que el agujero negro se topó con una nube de gas y polvo, que fue atraída inexorablemente hacia su interior, liberando potentes ráfagas de energía y formando una especie de rosquilla a su alrededor. ¿Pero qué más sabemos sobre esta sorprendente explosión cósmica?

Una explosión cósmica única

Esta explosión cósmica fue captada por primera vez en 2020, en la Instalación Transitoria Zwicky en California. Posteriormente, las imágenes se confirmaron con el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), ubicado en Hawái. Ambas instalaciones se encargan de buscar en el cielo nocturno objetos transitorios, con grandes cambios en su brillo. Esto permite detectar grandes explosiones, como las supernovas, u objetos más simples, como cometas y asteroides. 

Concretamente, los científicos responsables del hallazgo estaban buscando una supernova cuando dieron con esta explosión cósmica. Sin embargo, las explosiones de supernovas suelen tener duraciones de unos pocos meses, por lo que estaba claro que era algo diferente. 

No tenían ni idea de cuál podía ser su origen, así que recurrieron a otros telescopios: el Neil Gehrels Swift Telescope (una colaboración entre la NASA, el Reino Unido e Italia), el New Technology Telescope (operado por el Observatorio Europeo Austral) en Chile y el Gran Telescopio de Canarias, en La Palma, España.

Con todos ellos obtuvieron más datos. Por ejemplo, gracias al análisis de su espectro, pudieron calcular la distancia, a unos 8 mil millones de años luz. En cuanto al brillo, estaban detectando el que llegaba a los telescopios. No obstante, una vez que calcularon la distancia, ya fue muy sencillo calcular el brillo de la explosión cósmica en su origen.

No es un cuásar

cuásar

A lo largo de la historia de la astronomía, solo se ha medido algo más brillante que esta explosión cósmica: el estallido de rayos gamma conocido como GRB 221009A. Sin embargo, aunque AT2021lwx es ligeramente menos brillante, es mucho más largo, por lo que la liberación de energía es muchísimo mayor.

Solo se conoce un tipo de objeto que podría ser así de brillante y energético: los cuásares. Por eso, como es lógico, se convirtieron en una de las primeras hipótesis de estos científicos. Sin embargo, un análisis más exhaustivo demostró que tampoco era la opción correcta.

Los cuásares son galaxias recién nacidas. Como es normal en las galaxias, tienen en su centro un agujero negro, que en estas galaxias jóvenes libera grandes ráfagas de energía. Para identificarlas, los astrónomos se fijan en que, con el tiempo, su brillo parpadea hacia arriba y hacia abajo. Sin embargo, cuando estos científicos retrocedieron en la historia de esta explosión cósmica, no encontraron esos cambios en el brillo. Por lo tanto, tampoco se trataba de un cuásar.

La siguiente hipótesis, y de momento la única que parece válida, es la del agujero negro que engulle una nube de gas. Pero no es seguro. Por eso, estos científicos planean realizar modelos computacionales que permitan validarla. Además, esperan que la puesta en marcha de nuevos instrumentos, como el Legacy Survey of Space and Time, del Observatorio Vera Rubin, les permita observar mejor su hallazgo y encontrar su origen. Incluso puede que encuentren más explosiones cósmicas como esta. Hasta entonces, puede decirse que ellos ya han hecho historia. 

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